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Mientras todos escriben sobre lo solos que se sienten... yo escribo lo inverso.
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Es genial.

sábado, 15 de mayo de 2010

Una Historia De Romance Del Tipo…


Encuentros cercanos del Sexo Tipo…

Fatima y yo nos quedamos hablando bastante y tomando algo, ahí me conto su vida, que venía de una relación de casi 10 años, con martirio… digo matrimonio incluido, que ahora estaba unos días viviendo en lo de la madre, en provincia, esperando que el ex le dejara el departamento que alquilaba a ella (Irónico, ella se había ido del departamento que alquilaba), que era tele operadora en una empresa de telecomunicaciones y todas esas cosas típicas de una charla entre dos personas que no se conocen pero ya saben que se tienen ganas.

Claro que todo era muy lindo, pero yo ya quería irme de bar, así que patéticamente tire todas “las indirectas”, como decirle que quería hacer algo más que charlar, a lo cual me freno diciéndome “ no vamos a tener sexo nene”. Genial, que buena manera de empezar una cita, carajo, porque mierda seré tan poco sutil, mierda, seguro la cague, metí la pata, ¿o no? No supe que decir Hasta que ella me dijo que a lo sumo, iría a mi casa a jugar a las cartas, pero a eso nada más, que no tenía otras intenciones (si claro)

Ella pago todo lo que habíamos tomado, invitándome a mí, lo que en mi mundo, hasta ahora, cada vez que me invitaba algo una mujer significaba que la cita no le había gustado y que me estaba pateando.

Así fue como terminamos en mi casa, en mi cuarto, acostados los dos en mi cama, jugando a las cartas, por dios, que patético me sentía jugando a las cartas con una mina en mi cama… Y tenía una calentura marca cañón para esas alturas y la mina no paraba de hacer notar las tetas. La verdad es que nunca pude aprender el juego, solo jugaba por impulso mientras me aguantaba las ganas de arrancarle toda la ropa a la fuerza.

Mano tras manos, jugar se me volvía más difícil y ya era demasiado notorio que no podía sacarle la vista del escote.

El tema es que siendo ella mayor que yo, me daba vergüenza tirarme a la pileta y comerme un rebote marca cañón, pero cada vez fue más difícil jugar y simplemente dije “ Me aburrí, ganaste”.
Ella se quedo acostada en la cama y ahí mi cerebro, sencillamente se apago, fui, me acerque a ella milímetro a milímetro, sintiéndome ridículo, sabiendo que ella sabía lo que iba a hacer, pero nada importaba ya, mierda, me han rebotado de todas formas y maneras y colores, el que no arriesga no gana, pensé y fracasar es simplemente no intentar, así que seguí avanzando hasta que quede más o menos a su altura y de una le comí la boca de un beso, y no hablo un beso sutil, hablo de un beso con todo lo que tenía guardado, toda la pasión , con todo el cuerpo, con todo lo que tengo, con todo lo que soy. La bese un largo rato, y cuando termine me quede mirándola a su hermosa cara, esperando ver cuál era la reacción, la chica estaba satisfecha.

Ahí despareció todo el miedo, toda la duda, todo el temor y simplemente me relaje, se me abrió la cabeza y empezó la parte buena.


“Terminaste ganando cuando dejaste de pensar” me dijo en relación al beso que le di. Le volví a comer la boca de un beso, con una seguridad y confianza únicas, con esa misma sensación, decidí pasar al siguiente nivel, y la empecé a acariciar toda, empecé por los hombres, fue a los brazos, pase por la panza y por las piernas buscando a que zonas reaccionaba mejor, recorrí todo su cuerpo con mis dedos y mis manos, mientras a la vez, la besaba en todos lados, todo esto con una seguridad y confianza, sabía donde tocarla, sabía donde acariciarla .

Todo era realmente sencillo para mi, sentía que tenía todo el tiempo del mundo y que podía todo, poco a poco le fui sacando la ropa, hasta que llegue al corpiño, no tenía uno, si no dos, y de los reductores, cuando se los saco, dejo al aire unos senos de tamaño descomunal los cuales casi me causan un infarto, agregue esa parte del cuerpo al recorrido de besos y caricias y toqueteos.

La seguí desvistiendo con soltura y me desvestí yo, comencé a apoyarla y… termino pasando lo que debía pasar, una noche de mucho sexo, donde pude disfrutar. Una noche larga y con varías posiciones.

Después de un acto perfectamente ejecutado, como una pieza de relojería, una obra de la música clásica tocada con perfección, nos quedamos charlando, hasta que se hiso tarde y decidí acompañarla a la parada del colectivo.

Una vez que llego su bondi, volví a mi casa y me tire a dormir desnudo en mi cama, sabiendo que empezaba otra gran aventura

2 comentarios:

Desencantada dijo...

Apa, que posteo más hot hot. Lo felicito (?).

Alejandro Posse dijo...

de nada (?)

El tipo APOYA...

Manual del Buen Hueso