Muchas veces metes la pata, y la metes feo y apenas terminas de hacerlo te das cuenta lo que acabas de hacer, y tu primer instinto es intentar arreglarla, pero no podes, cada palabra que decís la embarras peor. Y te empezas a perseguir y te perseguís y cada vez vas empeorando algo que en realidad era sencillo, los empeoras tratando de justificarte u oscureces intentando aclarar
Encima sos tan te empezas a sentir cada vez peor. Somos esclavos de nuestras palabras, y lo peor es que son estas las que nos hacen sentir mal.
En estas situaciones, creo que solo queda sinceramente pedir Disculpas.
3 comentarios:
si, lo mejor es pedir disculpas y bancarse callado la puteada.
Por qué será que cuesta tanto pedir disculpas....?
Será porque primero hay que reconocer el error ante uno mismo y después ante el otro...?
Si pidiéramos más disculpas con el transcurso del tiempo nos disculparíamos menos porque aprenderíamos de nuestros errores...
Un beso
Completamente de acuerdo con las dos, gracias por pasar a comentar.
Publicar un comentario