En realidad no se si llamarlo propiamente histeria o no, pero confieso que hubo un tiempo en el cual… calentaba la pava y a la hora de servir el mate tenia pánico. Inexperiencia, falta de práctica, falta de piel (ng eso sería darte la razón…) ¿Quién sabe? Pero me paso de calentar el agua y a la hora de servir el mate, mínimamente me temblara el pulso.
Tal vez lo que cambio o no fue dejar de lado los juegos e ir al asunto. Los juegos son para los niños. Yo ya no lo soy. No soy el mismo ciego de antes y sé que quiero y que no
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